España y Japón tienen un reto en común: la conservación de archivos de arquitectos.

Recientemente nos ha visitado en la Fundación Alejandro de la Sota, la arquitecta Takako Fujimoto, discípula de Arata Isozaki y responsable de su archivo durante los últimos años.

Al igual que Alejandro de la Sota, que decidió legar su trabajo para que pudiera llegar a futuros arquitectos e investigadores, Arata Isozaki y otros arquitectos japoneses se plantean lo mismo. El interés de Takako por encontrar un método de catalogación, conservación y difusión de archivos de arquitectos le llevó a estudiar una metodología de trabajo y para ello, el Gobierno Japonés le ha concedido una beca.

Takako lleva viajando por el mundo más de un año, investigando y conociendo archivos de arquitectos e instituciones como la Librería del Congreso de los E.E.U.U., el Museo de Arte Moderno de Nueva York, Archivos de Universidades como Yale, Columbia, Pennsylvania o California, Fundación Le Corbusier, British Architectural Library, Victoria and Albert Museum, A.A.A., Fundación Alvar Aalto, Fundación Enric Miralles etc.., y tras más de 50 instituciones, museos y archivos, parece tener ya clara una línea de trabajo con la que comenzar su labor.

En su visita, Takako nos confirma que nuestro archivo, que cuenta con una plataforma online capaz de interactuar con el usuario y que sirve de herramienta didáctica para estudiantes e investigadores, es uno de los más avanzados y evolucionados a nivel tecnológico. Un archivo 2.0 capaz de servir de guía para el resto del mundo. Un archivo donde el legado nunca muere, donde evoluciona y se amplía con las aportaciones de los usuarios. Un archivo colaborativo y en constante evolución.

Gracias Takako por tu visita y enhorabuena por el magnífico trabajo. Esperamos sinceramente que todas las referencias que llevas contigo sirvan para crear una metodología de éxito para tan encomiable labor: que el legado de nuestros arquitectos nunca desaparezca. En la fotografía, Takako Fujimoto con Alejandro de la Sota Ríus y con Marta Causapé en su visita a la Fundación.